Ir al súper a comprar lo que necesitas para la semana no es tan complicado como suena. O no debería serlo. Vas, compras lo que necesitas y listo.
Sin embargo, hay veces en que te gana el antojo y sales gastando más de lo planeado, adquiriendo cosas que no necesitas o comprando cosas de más que después se echan a perder.
Es bastante habitual ir al súper en busca de lo indispensable y terminas en la caja con el carrito de la compra hasta el tope y un ticket de compras muy extenso.
Si pones en práctica ciertos hábitos, evitarás comprar productos que no vas a consumir y notarás cómo también mejoran tus finanzas personales.

LAS CLAVES
Organizarte te hará ahorrar tiempo y dinero:
• Ir al súper es importante, pero para realizar las compras de forma adecuada debes planificar. Anota todo en un papel, incluso si tienes buena memoria, para que no se te olvide nada.
• La publicidad de los supermercados se basa en la compra compulsiva. Protege tu presupuesto y compra de acuerdo con la lista que preparaste.
• En la mayoría de los hogares, el presupuesto para la comida es el gasto más importante después de la renta o la hipoteca. Organizarte bien antes de ir al súper te puede ahorrar dinero, tiempo y energía.
Por cierto, el 15% es la cantidad máxima de tu ingreso mensual que debes destinar a los gastos relacionados con la comida, según los expertos en finanzas personales.
CONSEJOS
Para que el súper no te atrape con sus encantos, te compartimos algunos consejos para que tus compras sean más eficientes:
1.- Antes de ir al súper, define un presupuesto: Si batallas para que te rinda tu pago semanal, quincenal o mensual, lo más recomendable es que sigas un presupuesto. Si sabes que sólo te puedes gastar cierta cantidad, no caerás en la tentación de comprar todo lo que se te antoje.
2. Haz una lista y sólo incluye lo que necesites: Debes ser práctico y no perder el tiempo. No se trata de pasar horas haciendo las compras de todo el mes. Es mejor realizar compras más espaciadas y cortas, que excesivas y costosas. Antes de realizar tu lista, comprueba primero qué hay en el refrigerador, en la nevera y en la despensa.

3. Planifica la compra los días que hay productos rebajados o en promoción: Puedes ahorrar mucho si lees los folletos de publicidad que colocan a la entrada del súper o las promociones que anuncian en su sitio web o incluso en sus redes sociales.
4. Compra productos de temporada: Adquirir productos frescos de temporada es mucho más barato que hacerlo fuera de temporada.
5. Calcula los precios por unidad: Los paquetes grandes no siempre son más baratos. Calcular el precio por unidad o por peso te dará una visión más clara del precio de cada producto, sea cual sea el tamaño o la presentación.
6. Busca los artículos de gancho: Cada semana suele haber anuncios de productos muy rebajados para atraer a los consumidores, que pueden incluir ofertas 2 x 1 o 3 x 2, segunda unidad a mitad de precio, paquetes familiares, etc.
7. Intenta ir al súper sin hambre: Si sales de trabajar a las 8 p.m. y vas al súper a esa hora, seguramente vas a ir con hambre. Intenta ir durante el fin de semana o en un rato libre de la semana, sin hambre.
8. Dale una oportunidad a los productos genéricos: En la mayoría de los casos, los ingredientes y alimentos genéricos pueden tener un sabor y una calidad muy similar a aquellos de la marca que te gustan, pero con un precio reducido. No hay mejor manera de averiguarlo que experimentando.
9. No hagas todas tus compras en el mismo lugar: Aprende a comprar cada cosa en el lugar adecuado. Existen los supermercados, los mercados pequeños, los mercados ambulantes e incluso los establecimientos que venden al mayoreo. Todos ellos existen por una razón: cada uno es mejor en algo. Hay cosas que conviene comprar en cada uno de esos negocios.
10. Analiza y revisa lo que adquiriste: Después de las compras, analiza y revisa lo que te has gastado. Puede que haya errores, todos somos humanos.