Aunque el ciclón tropical Erick ya se degradó a baja presión remanente, sus efectos siguen causando preocupación. Autoridades meteorológicas advierten sobre lluvias torrenciales, fuerte oleaje y peligrosas corrientes de resaca en varios estados del Pacífico mexicano.
La amenaza persiste, especialmente en zonas montañosas y costeras de Guerrero, Michoacán, Colima y Jalisco.
Erick se debilita, pero aún representa un riesgo
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que, a las 21:00 horas del 19 de junio, Erick se encontraba en tierra como baja presión remanente, con centro a 40 km al sur-suroeste de Ciudad Altamirano y a 155 km al noroeste de Acapulco, Guerrero. Presentaba vientos sostenidos de 45 km/h, rachas de 65 km/h y se desplazaba al noroeste a 20 km/h.
A pesar de su debilitamiento, el sistema sigue generando lluvias torrenciales (150 a 250 mm) en Guerrero y Oaxaca, así como lluvias intensas (75 a 150 mm) en Michoacán, el sur de Puebla, Veracruz y Chiapas.
Las precipitaciones pueden causar deslaves, incremento en niveles de ríos y arroyos, desbordamientos e inundaciones en zonas bajas, por lo que se exhorta a la población a extremar precauciones y seguir las recomendaciones de Protección Civil.
En un informe emitido a las 06:00 UTC (1:00 h local del 20 de junio), el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos detalló que, aunque el centro de circulación de Erick se ha desorganizado por el terreno montañoso de Guerrero, persisten tormentas intensas en los estados de Colima, Jalisco y Nayarit.
Además, se mantienen vientos de hasta 45 km/h y oleaje de entre 1.8 y 2.4 metros en las costas de Guerrero y Michoacán, con fuertes corrientes de resaca consideradas potencialmente mortales.
Ambas fuentes coinciden en que el sistema seguirá debilitándose, pero sus efectos podrían prolongarse durante el resto del día.