Hace unos días se difundió en rede sociales el caso de una perrita que sangraba de una de sus patas, sobre esta lesión varios vecinos responsabilizaron a un elemento de la Policía Bancaria e Industrial (PBI), de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), supuestamente porque el can intento ingresar al supermercado en donde estaba comisionado para la seguridad del establecimiento.
Sin embargo, la SSC afirmó que el policía no agredió al can, al que las personas que la resguardaron llamaron “Coapita”, solo impidió que no ingresara al establecimiento y espero en el sitio para ver si alguna persona acudía a reconocerla.
Los hechos ocurrieron el 3 de julio en la tienda ubicada en la colonia Narciso Mendoza, de la alcaldía Tlalpan, la perrita estuvo varios minutos en la zona, en su deambular una de sus patas se atoró en una coladera y fue por eso que comenzó a sangrar de la pata trasera.
“El uniformado se percató que una de sus patas se había metido en una coladera, por lo cual se acercó y al ver que presentaba sangrado, permaneció en el punto y le colocó un cartón con el fin de que pudiera acomodarse y reposar en lo que se solicitaba el apoyo necesario para revisarla”.
Sin embargo, “Coapita” se retiró del sitio con la lesión en su pata trasera izquierda, fue ahí en donde varios vecinos la resguardaron y acusaron el policía como el responsable de la lesión.
“Desde ese momento, se han mantenido reuniones con los vecinos inconformes en las instalaciones de la tienda, durante las cuales personal de Protección de Pérdidas proporcionó los videos de circuito cerrado para su análisis y, en los que se pudo observar que no hubo agresión hacia la perrita”.
Sin embargo, las direcciones de Supervisión y Evaluación Corporativa (DSEC) de la PBI y de Asuntos Internos de la SSC tomaron conocimiento e iniciaron una carpeta administrativa para determinar la actuación del oficial y atender a los vecinos.