La emblemática colonia Condesa, en el corazón de la Ciudad de México (CDMX), se encuentra de nuevo en los reflectores, ahora con el aseguramiento por parte de inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) de 43 aves silvestres dentro de un domicilio en esta zona.
En un giro inusual pero simbólico en la discusión sobre la gentrificación en la capital del país, fueron detectadas las aves, y al revisar el caso se constató que ninguno de los ejemplares contaba con sistema de marcaje ni documentación que acreditara su legal procedencia, por lo que fueron asegurados de manera precautoria.

Entre las especies localizadas destacan 16 ejemplares de primavera (Turdus sp.), ocho cuitlacoches (Toxostoma sp.), y ocho charas verdes (Cyanocorax yncas), además de varios ejemplares de colorines, cardenales y mielerito, algunas de ellas consideradas de especial protección, como la Passerina ciris, según la NOM-059-SEMARNAT-2010.

La dependencia federal detalló que las aves fueron encontradas el pasado 7 de julio tras una denuncia ciudadana.

Al momento de la inspección, la persona responsable no pudo presentar autorización alguna por parte de Semarnat, ni documentación que avalara su participación en alguna Unidad de Manejo Ambiental (UMA) o Predio que Maneja Vida Silvestre (PIMVS), lo que derivó en el aseguramiento de las aves.

Aunque permanecen físicamente en buen estado, las aves quedaron bajo el resguardo temporal del mismo responsable, quien cuenta con cinco días hábiles para desvirtuar las irregularidades.
De no hacerlo, los ejemplares serán trasladados a un centro autorizado que cumpla con los estándares para su cuidado y conservación.

¿Gentrificación de aves?
La situación ocurre a unos días de que se realizó una marcha en contra de la gentrificación en colonias capitalinas emblemáticas como Condesa, Roma, Juárez, Polanco y Del Valle, donde vecinos y colectivos han denunciado la apropiación de espacios y el desplazamiento de comunidades locales.

Ahora, este aseguramiento de aves silvestres fuera de su hábitat natural plantea una nueva dimensión del debate: la “gentrificación” de la biodiversidad.
“Se llevan nuestras casas, nuestros barrios, y ahora hasta nuestras aves”, comentan usuarios en redes sociales, donde la noticia genera indignación y sarcasmo por igual.
Algunos señalan que no se trata solo de un delito ambiental, sino de un síntoma más del despojo simbólico que viven estas zonas: ya no basta con traer cafés de especialidad o coworkings, ahora también impulsan la venta de animales ya que los habitantes de la zona pueden pagar por ellos.

Profepa resaltó que continuará atendiendo las denuncias ciudadanas sobre manejo ilegal de fauna silvestre e invita a la población a evitar la compra de especies exóticas o en riesgo sin los permisos correspondientes, pues además de fomentar el tráfico ilegal, representa un riesgo para el equilibrio ecológico y el bienestar de los propios animales.
Este caso se suma a una larga lista de tensiones sociales y ecológicas que rodean a la Condesa, una de las zonas más cotizadas y cuestionadas de la Ciudad de México.
El aseguramiento de aves silvestres en pleno corazón de esta colonia se da por casualidad, pero es un recordatorio de que la transformación urbana, cuando se realiza sin ética ni regulación, trastoca a todos.