Desde camiones enteros hasta vehículos de lujo. Los robos en carreteras son un negocio cada vez más rentable para el crimen organizado. Y, según analistas, un problema diplomático y económico sin rápida solución.Un grupo de asaltantes armados que viajaban en dos vehículos robaron esta semana, cerca de Guadalajara, una góndola cargada con unas 33 toneladas de concentrado de oro y plata del grupo minero Bacis, en el norte de México, cuando se dirigía al puerto de Manzanillo para su embarque.
Hasta la fecha, ese tesoro no aparece. Unas semanas antes, le robaron el equipo de sonido a la famosa banda de música popular Ángeles Azules. El suceso tuvo lugar en un falso retén en la transitada autopista que va desde la capital a Puebla.
Noticias como estas, son el pan de cada día de los mexicanos: en 2023 hubo un promedio de 25 denuncias diarias por este tipo de robos de acuerdo con cifras oficiales, y en 2024 aumentó otro 16 por ciento según analistas. Y la mayoría de atracos no se denuncian por la poca confianza que tienen los mexicanos en que las autoridades puedan recuperar los bienes.
Este delito afecta a la economía, encareciendo los seguros de los carros y los fletes y, por ende, los precios de los productos que paga el consumidor, advierten analistas. Entre 2024 y 2025, el uso de seguros para autos se incrementó en un 25 por ciento según la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF).
Pero también tiene consecuencias políticas, con una mayor presión desde EE. UU., el socio comercial más importante del país latinoamericano.
Cárteles buscan ingresos rápidos para financiar la guerra
Para el experto en seguridad David Saucedo, el aumento de los asaltos y robos en carretera tiene que ver con las actuales guerras de cárteles en todo el país. "Esto les requiere pagar armas, sicarios, gastos operativos”, destaca el consultor en entrevista con DW. "Para aumentar sus ingresos rápidamente, lo que hacen es ampliar el abanico de portafolio criminal.”
Saucedo recuerda que, hace treinta años, cárteles como el de Sinaloa y el del Golfo veían el robo y este tipo de delitos con desprecio; eran actividades menores a las que se dedicaban bandas locales. "Hace unos diez años, los hijos de los grandes capos empezaron por ambición y para diferenciarse de sus padres a entrar al secuestro, al robo, al tráfico de personas y la extorsión”, observó Saucedo.
Desde entonces, estos delitos han crecido no solamente en incidencia, sino también en ingresos que puedan igualar o superar las ganancias por tráfico de drogas.
Robar un camión "en cinco minutos"
La empresa Control Risk decidió aumentar a finales de 2024 el nivel de riesgo de seguridad en México de un rango medio a uno alto. La alta incidencia de robos en carreteras fue un elemento importante para esta decisión, comenta Edmundo Sandoval, director asociado de Control Risk en análisis de riesgos.
En la práctica, significa que la empresa aconseja a todos sus clientes tener medidas de seguridad para todas sus operaciones en todo el país. "La capacidad operativa que tienen estos grupos es de primer nivel, te pueden robar un vehículo en cinco minutos”, comenta Sandoval.
"El aumento del robo de carga responde a una consolidación de las dinámicas delictivas que hemos llamado gobernanza criminal”, destaca el experto en conversación con DW. Este fenómeno se visibilizó, sobre todo, durante la pandemia, cuando los criminales asumieron el rol de distribuir ayuda y alimentos a la población. Luego, ante la ausencia del Estado, se quedaron como poder detrás del trono, financiando campañas políticas o matando a candidatos incómodos.
150.000 efectivos no es suficiente
"El Estado no da abasto, no tiene la capacidad. Por mucho recurso que le metieron a la Guardia Nacional, son solamente 150.000 efectivos para 800 mil kilómetros de carreteras”, puntualiza Sandoval.
Saucedo añade que, cuando la Guardia Nacional asumió la seguridad en carreteras, se produjo un deterioro: "No tenían ni la formación, ni la estrategia o el equipamiento para lidiar con ese problema".
Los cárteles roban todo lo que tiene valor y se puede vender en el mercado negro de México, desde electrodomésticos hasta tequila.
"Esto distorsiona el mercado, aumenta los precios, baja la inversión y causa presión diplomática, porque también son afectadas empresas y ciudadanos norteamericanos”, dice Saucedo.
Sandoval coincide en que, en consecuencia, ha observado algunos cambios recientes en la agenda de seguridad de la presidenta Claudia Sheinbaum: "El tema de seguridad en el transporte está en la mesa de negociaciones bilateral, hay presiones desde Washington”.
Sandoval considera que tener una estrategia de inteligencia para desmantelar a las bandas criminales, es un objetivo ambicioso, y "tarda mínimo un año antes de funcionar”. David Saucedo, por su parte, es más escéptico: "Por ahora, no tenemos estrategia y no hemos visto un plan”.
Caravanas y apps, por ahora
Los gremios de transportistas son los primeros afectados y salen a manifestarse y bloquear carreteras para que el Gobierno atienda sus quejas.
La Guardia Nacional les ha ofrecido una aplicación con un botón de pánico y grupos de Whatsapp para respuesta rápida. También escolta caravanas de camiones en las rutas de alto riesgo durante la noche. En 2024, se organizaron 14 000 caravanas de este tipo, moviendo 102 000 vehículos, según cifras oficiales.
Es una gota en el océano. En México, cada día se transportan más de 1,28 millones de toneladas de carga, para la cual operan en promedio 51 000 camiones diarios en las carreteras del país.
(ms)
