La Oficina del Director Nacional de Inteligencia (ODNI, por sus siglas en inglés) desclasificó este 18 de julio de 2025 un documento clave que ofrece nueva luz sobre la supuesta interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos.
El informe, que fue preparado originalmente para el presidente Obama en diciembre de ese año, señala que no hubo alteración directa de los votos y que los ataques cibernéticos tuvieron un impacto limitado en la infraestructura electoral.
¿Hackeos rusos a favor de Trump?
En 2016, bajo el gobierno de Barack Obama, agencias de inteligencia concluyeron que Rusia había filtrado correos del Partido Demócrata para influir en la imagen de Hillary Clinton, aunque no se comprobó un cambio en el resultado electoral.
Ahora, el documento recién publicado por la ODNI —con autorización de la actual directora, Tulsi Gabbard— confirma que la infraestructura electoral no fue comprometida de manera que alterara resultados. Además, revela que 20 estados detectaron intentos de escaneo y acceso no autorizado a sistemas electorales, sin consecuencias en el conteo.
El informe también reconoce que Rusia fue el actor con mayor intención y capacidad de interferencia, aunque no se vincula a un cambio en el resultado electoral.
Lo más controversial fue la revelación de correos electrónicos internos obtenidos por un denunciante, los cuales sugieren que funcionarios de la administración Obama podrían haber influido en la redacción del informe original para reforzar la narrativa de una intervención rusa, en un contexto de transición presidencial.
La acusación de conspiración surge porque el nuevo documento sugiere que funcionarios del gobierno saliente habrían manipulado deliberadamente la narrativa de inteligencia para vincular a Trump con Rusia.
Esta intervención, ocurrida durante la transición presidencial, habría buscado minar la legitimidad de Trump. Fox News ha calificado esto como “evidencia abrumadora” de una posible manipulación institucional.