El caso conocido como “Dato protegido”, nombre con el que ha sido bautizado en redes a la diputada del PT, Diana Karina Barreras Samaniego, ha generado una tormenta digital sin precedentes en México.
Todo comenzó cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) sancionó a Karla Estrella Murrieta, ama de casa y arquitecta sinaloense, con una medida insólita: publicar durante 30 días consecutivos una disculpa pública en la red X por un tuit que no contenía insultos, pero que fue calificado como “violencia política de género”.
En las primeras 24 horas tras conocerse el fallo, el caso generó más de 120 mil menciones en la red social, y de ellas, el 95.1 % fueron negativas, lo que representa una proporción de 19 comentarios negativos por cada uno positivo (19:1), de acuerdo con Social Listening LATAM.
Este nivel de repudio coloca el caso entre los cinco más rechazados a nivel mundial en redes sociales en temas políticos, junto a escándalos como Silicon Valley Bank (21:1), Cambridge Analytica (22:1) y el Brexit (13:1).
Un tuit sin insultos, una sanción desproporcionada
El tuit que originó la controversia fue publicado en marzo de 2024 por Karla Estrella Murrieta, quien lleva más de 15 años en redes sociales. En él, cuestionó el ascenso político de la diputada Diana Karina Barreras, legisladora por el PT en Sonora y pareja del morenista Sergio Gutiérrez Luna, insinuando que su candidatura podría haber estado influida por esa relación.
Aunque el mensaje no incluía lenguaje ofensivo, el TEPJF determinó que constituía violencia política de género. La sanción, además de la disculpa diaria, incluyó un curso obligatorio de perspectiva de género. La magistrada presidenta Mónica Soto defendió la resolución, al señalar que se trataba de “una medida necesaria para proteger a las mujeres en política”, aunque evitó referirse a la posible desproporcionalidad del castigo frente al contenido original.
Esta decisión desató una ola de críticas, especialmente por considerarse un uso selectivo del enfoque de género, aplicado en este caso contra una ciudadana sin cargo público, y a favor de figuras con influencia política.
El caso llegó a Palacio Nacional
Seis días después de iniciada la sanción, la presidenta de la República rompió el silencio durante la “mañanera del pueblo” donde, sin mencionar nombres ni a “Dato protegido”, se refirió directamente al caso:
“Es un exceso, el poder es humildad, no es soberbia. No está bien esta exigencia. Si puede haber una sanción del Tribunal de decir no hubo fundamento, es bueno que haya disculpa pública y bueno, se hace disculpa pública”, señaló Claudia Sheinbaum.
De esta manera, el caso “Dato protegido” sigue encendiendo el debate sobre los límites de la libertad de expresión, el uso del poder judicial y la verdadera equidad de género en la vida pública mexicana.