La Ciudad de México se caracteriza por su amplia y variada oferta culinaria, pues en cada rincón es posible encontrar nuevas experiencias gourmet. Sin embargo, muy pocas se distinguen por integrar un enfoque social que impulse a las juventudes.
Uno de los grandes ejemplos de esto ocurre con Pixza, una pizzería que desde hace casi 10 años se ha encargado de generar una propuesta que ayude a personas en situación de abandono social a mejorar su vida. Todo a través de la dignificación del trabajo y oportunidades para el desarrollo personal.
Dentro de los hornos de este establecimiento, se crean pizzas personales que destacan en sabor y experiencia gracias a su propuesta alternativa, ya que están elaboradas con ingredientes naturales y 100% mexicanos.

Una de sus grandes características es que la masa está hecha con maíz azul, lo que le otorga a la base un sabor único, que mezclado con sus ingredientes especiales logra una experiencia gastronómica distintiva.
Los comensales podrán disfrutar de preparaciones exquisitas que incluyen jamaica, grillos, esquites, cochinita pibil, rajas poblanas, mole almendrado, entre otras elaboraciones emblemáticas del país.
Por otro lado, debido a sus modelos, procesos, políticas e impacto, este restaurante ha recibido certificaciones en materia social por parte de los organismos más reconocidos.
Entrevista con los desarrolladores
Para conocer más acerca de esta propuesta, así como la manera en que han impactado positivamente a los jóvenes en situaciones de vulnerabilidad, conversamos con Ulises Cerón Castillo, director general de SuDI (Supernovas de Inclusión) y director de Impacto de Pixza.

¿Cómo nace este proyecto social?
- Pixza nace a partir de la experiencia que tuvo el fundador, Alex Sousa, quien conoce a una persona que en ese momento no tenía hogar. Al compartir historias, Alex decide crear un proyecto para empoderar a las personas que se encuentran en esa situación de abandono social.
A partir del trabajo de Alex y cómo va surgiendo, se juntan el amor por la comida mexicana y la vocación por generar un cambio social. Nosotros vendemos pizzas de maíz azul. El nombre Pixza viene justo de cómo decimos en México ‘pizza’, porque la idea es que sea una pizza mexicana.
Entonces, estas dos vocaciones, tanto el gusto por la gastronomía mexicana como la vocación por hacer algo en relación a las personas en abandono social, es lo que comienza el proyecto de Pixza.
A partir de ahí, hoy en día somos un movimiento para la inclusión sostenible de personas en situación vulnerable, donde a través de nuestros restaurantes empleamos exclusivamente a jóvenes entre 17 y 35 años que tienen una situación de abandono social o de vulnerabilidad. Nosotros nos denominamos agentes de cambio y nuestros modelos comienzan por una oferta formal de empleo.
A partir de aquí atraviesan un programa que dura más o menos un año. Hay casos en los que dura 18 meses, hay casos en los que dura menos. He caminado principalmente al próximo paso laboral, que para nosotros es muy importante en la ruta de inclusión de las personas.
¿Cómo hacen este primer acercamiento para integrarse con ustedes?
- Nosotros colaboramos con más de 35 asociaciones que se dedican a la parte anterior a la inclusión, que es la parte de rescate.
Por ejemplo, si alguien está viviendo en situación de calle, ellas se encargan de apoyarlos para que se encaminen a un futuro mejor. Trabajamos con organizaciones como El Caracol AC o Casa Frida que se dedican a trabajar con personas en situación de calle.
Y una vez que las personas se encuentran listas para el próximo paso, es cuando entra el modelo de Pixza, porque va muy enfocado a la inclusión sociolaboral, que es brindar herramientas para que se pueda conseguir un futuro laboral digno en personas que ya están listas para ese proceso de inclusión.

¿Por qué apostar por ingredientes mexicanos y el maíz azul?
- El maíz azul tiene muchos beneficios a nivel salud. Es considerado una supercomida. Y la idea de usar maíz azul nace de extrañar las tlayudas y preguntar qué pasaría si se hace una pizza con masa de maíz azul e ingredientes mexicanos. A partir de ahí, es cuando se empieza a probar cómo se podría hacer una masa con la consistencia de una pizza. Que no solo sea una tortillita, sino que tenga la consistencia adecuada.
Y junto con los beneficios de salud y el concepto, que es esta gastronomía fusión entre cocina italiana y cocina mexicana, decidimos hacer toda la parte de maíz azul en la base de las pizzas.
Además, priorizamos ingredientes 100% mexicanos porque creemos mucho en apoyar la economía nacional de producción de maíz. Somos una nación que importa maíz de diferentes espacios.

Estamos comprometidos con empoderar multidimensionalmente a todos nuestros colaboradores. Entonces, nos fijamos en que sean, en su mayoría, pequeños productores.
Y sobre todo a precios justos, que de alguna manera también amplifica el impacto del proyecto, no solo a nivel de personas que colaboran dentro de la sucursal, sino también en la cadena de proveedores, que para nosotros es muy importante.