La salud bucal no solo se trata de dientes limpios y encías rosadas; ya que puede ser un indicador clave del bienestar general e incluso influir en el desarrollo o control de enfermedades sistémicas como la diabetes y las afecciones cardiovasculares.
Los expertos destacan la importancia de mantener una higiene oral adecuada para prevenir complicaciones en otras áreas del organismo.

Estudios científicos han demostrado que las infecciones bucales, como la periodontitis (enfermedad de las encías), pueden liberar bacterias y mediadores inflamatorios al torrente sanguíneo, contribuyendo a generar algunas complicaciones como:
- Resistencia a la insulina y descontrol glucémico en pacientes con diabets.
- Inflamación crónica asociada con arteriosclerosis y mayor riesgo de infartos.
- Endocarditis infecciosa por migración de bacterias orales al corazón.

La boca alberga millones de bacterias que conforman la microbiota oral. Cuando este equilibrio se altera, pueden surgir problemas bucales como caries o gingivitis, y también desencadenarse afecciones sistémicas, como:
- Alteraciones digestivas, debido a la deglución de bacterias patógenas
- Mayor riesgo de partos prematuros en mujeres embarazadas con enfermedad periodontal.
- Posible vinculación con enfermedades neurodegenerativas, a causa de la inflamación sistémica.
Adoptar una rutina de cuidado bucal que incluya el cepillado tres veces al día, el uso diario de hilo dental, revisiones dentales semestrales y la incorporación de una pasta dental como Dentobac como parte de la limpieza diaria, fortalece la microbiota oral.
Esto no solo ayuda a prevenir enfermedades bucodentales, sino que también refuerza la primera barrera del cuerpo contra infecciones que pueden comprometer órganos vitales.
La prevención oral es, en definitiva, una inversión en salud global.