En eso que solemos identificar como “México”, durante los últimos diez años se ha librado una batalla pública que, a pesar de su enorme importancia presente y futura, pasa inadvertida ante los ojos de la gran masa social: lo moderno contra lo caduco.
Desde que fue aprobado y puesto en marcha el paquete de reformas constitucionales del Pacto por México, los grupos de poder que resultaron damnificados por él se propusieron revertirlo, recurriendo a una marca política, ideológica y partidista creada para tal efecto: “morena”.
A través de ese membrete, los grupos aislacionistas que quieren un México cerrado, sin competencia y sin opciones, se han dedicado a reventar estado por estado, región por región, cada proyecto (público o privado o mixto) que busque mantener a la sociedad mexicana como parte del mundo moderno, interrelacionado, competitivo y libre.
Desde la cancelación del NAICM hasta la marcha “contra la gentrificación” en la Ciudad de México, los aislacionistas arcaicos agrupados en “morena” buscan dinamitar los recursos legales, financieros, tecnológicos y de infraestructura que usamos los mexicanos para mantenernos independientes y dignos ante el régimen.
En Querétaro, estado líder nacional en respeto al Estado de Derecho, transparencia, inversión extranjera y empleo, esa batalla entre la modernidad y el atraso se está librando en torno a un tema esencial para la entidad, para el país y para todo el mundo: el agua.
Los operadores locales de “morena” en Querétaro, como copias paródicas del discurso nacional de ese membrete, hoy buscan dinamitar el futuro de la sociedad queretana mintiendo sobre el proyecto, moderno y tecnológicamente probado, que dotará de agua a la entidad por los siguientes 50 años: Batán Agua para Todos.
Hay una lógica siniestra en la campaña de “morena” contra el proyecto Batán: los grupos aislacionistas no tienen en Querétaro los anclajes discursivos que sí tuvieron en otras entidades, como inseguridad, desempleo, abandono educativo o inoperancia del sistema de salud local, para armar las campañas de miedo y desinformación que les permitan capturar el poder.
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Por ello, recurren a explotar un reto histórico para la sociedad queretana: el abasto de agua. Saben que es un tema muy presente a ras de calle y mienten en torno a la solución, técnica y financieramente viable que plantea el gobierno local para garantizar agua suficiente para todos, con la intención de impedir que los queretanos tengamos opciones y soluciones ante nuestro mayor riesgo como sociedad: quedarnos sin agua.
No quieren los operadores de “morena” (como no quisieron en Texcoco con el NAICM, o en la Roma-Condesa con el discurso xenofóbico) que la sociedad viva mejor, ni buscan algún bien superior con su estrategia; lo que buscan, como en cada estado desde 2014, es colocar a Querétaro en una posición de atraso, de carencia de opciones en un tema vital, para poder capturar el poder y replicar en esta entidad la destrucción y el atraco que ya llevan a cabo en 24 estado del país.
No vamos a permitirlo. La pachanga de impunidad y destrucción que “morena” implementa en estados históricamente fallidos, como Edomex y Guerrero, o recién capturados y que han empezado a podrirse como Colima y Quintana Roo, no sucederá en Querétaro. Aquí no.
En algún lugar debe nacer la resistencia a este proceso aislacionista y empobrecedor, para después recomponer el camino región por región.
CAMPANILLEO
El héroe de esta historia, si lo hay, será usted, anónimo ciudadano mexicano.